Una residencia distribuida en forma de L y en 5 niveles fue el punto de partida para este proyecto. Se decidió proponer una terraza en el tercer nivel, que sirve de espacio al aire libre en común entre recámaras secundarias además de que crea un nuevo espacio de comedor en doble altura en planta baja. Se agregaron elementos de cristal templado que permiten el paso de luz hacia el interior de los espacios sociales, y se pensó en mantener un jardín interior en la nueva área. 

Predomina el uso de la madera en la propuesta, otorgando calidez y un sentimiento acogedor a la residencia, que era un canvas en blanco con piso porcelanato en gris.  La elección de muebles que mezclan muebles contemporáneos y modernistas, y el uso de colores neutros y revestimientos naturales, como la madera, la piedra y el tapiz, crean una atmósfera luminosa y atemporal para la residencia.